Consejos para un buen mantenimiento

  Cuando nos enfrentamos a la elección del fluido hidráulico para la puesta en marcha, o el mantenimiento, de un sistema hidráulico a presión de una máquina, nos solemos encontrar con que la información que facilita el fabricante del equipo es, generalmente, escasa e incluso en muchas ocasiones se limita a nombrar una pequeña lista de denominaciones comerciales de producto, sin entrar en detalle sobre sus características, especificaciones o propiedades y otros factores que deberíamos tener en cuenta a la hora de seleccionar correctamente el aceite hidráulico a emplear, como las presiones o las temperaturas de trabajo del equipo en su medio habitual de uso.

Por ello en este artículo pretendemos dar a conocer los conceptos básicos a tener en cuenta antes de tomar una decisión.

   MAXIFLUID 68 HLP es un fluido hidráulico mineral microfiltrado de alta calidad, formulado con bases parafínicas de elevado grado de refino y aditivos de última generación

REQUERIMIENTOS

   Las bombas hidráulicas, las válvulas de control y los cilindros hidráulicos operan a alta presión, a menudo a altas velocidades y están construidos con una amplia variedad de materiales (metales, materiales compuestos, plásticos, elastómeros, etc.).

   Teniendo en cuenta estos hechos, así como el rango de temperaturas de funcionamiento y las condiciones ambientales a las que está sometido el sistema hidráulico durante su funcionamiento, el fluido hidráulico debe ofrecernos como mínimo los siguientes requerimientos:

Mantener la viscosidad adecuada dentro del rango de temperaturas de funcionamiento (temperatura de arranque, temperatura de servicio, temperatura máxima).
 Ofrecer una alta resistencia a la oxidación y a la degradación a altas temperaturas, evitando así la formación de lacas y barnices dentro del sistema y la aparición de residuos en válvulas, actuadores, depósito y filtros, aumentando la vida útil del equipo y la del propio fluido.
 Capacidad anticorrosiva testada para los diferentes metales (principalmente acero y cobre y sus aleaciones).
 Compatibilidad con los diferentes materiales, especialmente con los plásticos, las pinturas de los depósitos y los elastómeros de las juntas, retenes y latiguillos.
 Capacidad antiespumante, evitando que el fluido se comprima al ser sometido a altas presiones, así como la cavitación en bomba.
 Fácilmente filtrable dentro del rango de filtrabilidad requerido en función de las presiones de trabajo y de los componentes del circuito.
 Buena desemulsividad (rápida separación del agua).
 Proporcionar una buena capacidad lubricante y antidesgaste, incluso en presencia de agua o humedad en el sistema.
 Según la aplicación pueden requerirse otras propiedades como: resistencia al fuego, biodegradabilidad, atoxicidad, etc.

CLASIFICACIÓN ISO/DIN

   El proveedor del fluido hidráulico debe indicar su clasificación según las normas ISO 6743-4:2015, ISO 11158, ISO 15380, DIN 51502 y/o DIN 51524, que nos determinarán sus características y aplicaciones principales.

ESPECIFICACIONES DE FABRICANTES

   Además de la clasificación ISO y DIN de un fluido hidráulico, el fabricante de la máquina puede exigir el uso de un fluido con un nivel de calidad concreto, asociado a un ensayo o a una norma propios que deberán figurar en la ficha técnica del producto seleccionado. Algunos ejemplos: Bosch Rexroth, CAT, Cincinnati Milacron (CM Pxx), Eaton, JCMAS, Komatsu, New Holland, Parker, Poclain, Sperry Vickers...

VISCOSIDAD SEGÚN NORMA ISO 3448

   La viscosidad de los lubricantes industriales, incluidos los fluidos hidráulicos, se mide por su viscosidad cinemática V [mm2/s] a 40ºC, obtenida al dividir la viscosidad absoluta por la densidad. Se expresa típicamente en unidades de milímetros cuadrados por segundo [mm2/s] o centistokes [cSt] y su clasificación se conoce como ISO VG xx, donde “xx” es la viscosidad media dentro de los límites permitidos para cada grado. Por ejemplo un hidráulico ISO VG 46 puede tener una viscosidad de entre 41.4 y 50.6 [mm2/s] a 40ºC, teniendo su viscosidad media o estándar un valor de 46.0 [mm2/s] a 40ºC.

ÍNDICE DE VISCOSIDAD

   La viscosidad de los lubricantes varía con la temperatura por lo que a la hora de seleccionar la viscosidad más adecuada debemos tener en cuenta el rango de temperaturas a la que va a trabajar nuestro sistema, ya que la viscosidad determina el espesor y la resistencia de la película lubricante que afectarán al desgaste de los elementos móviles (bomba, válvulas, vástagos, cilindros), además de influir en el caudal y presión que la bomba podrá transmitir (a mayor viscosidad mayor presión y menor caudal y viceversa, a menor viscosidad mayor caudal y menor presión).

   Dicho esto, es fundamental que a la hora de seleccionar un fluido hidráulico se tengan en cuenta la temperatura media de operación y el rango de temperaturas máximas y mínimas en que opera el aceite hidráulico. Para determinar la variación de la viscosidad de un aceite con la temperatura, se toma como referencia su Índice de Viscosidad (IV). El IV es un valor empírico y adimensional y debemos conocer que el “IV” de un aceite hidráulico mineral convencional está entre 95 y 105, valores por debajo de los cuales no debemos trabajar y que “a mayor IV menor variación de la viscosidad con el cambio de temperatura”, así los hidráulicos con IV mejorado tienen un IV>130, siendo recomendado el uso de hidráulicos, en la mayoría de las aplicaciones, con un IV>150, que serán clasificados como hidráulicos HV o HVI según la ISO 6743, comúnmente conocidos como hidráulicos multigrado.

GRADO DE LIMPIEZA DEL ACEITE SEGÚN ISO 4406

   La limpieza de un fluido hidráulico es “la gran desconocida” y de ésta va a depender en gran medida la vida útil de nuestro equipo, por lo que debemos prestar una especial atención a este parámetro.

   Las siguientes tablas nos ayudarán a entender la importancia de la limpieza del fluido hidráulico en servicio y el impacto de ésta sobre la duración de la máquina, tomando como referencia la norma más extendida a nivel mundial (ISO 4406).

   La clasificación o código ISO 4406 de un fluido vienen definidos por tres números separados entre sí, por ejemplo: 20/17/13. El primer número hace referencia a la cantidad de partículas medidas en el fluido mayores de 4 micras, el segundo a la cantidad de partículas mayores de 6 micras y el tercero al de las partículas mayores de 14 micras. Estos números pueden variar del 6 al 24 y nos darán el contenido en partículas según la Tabla 1*.

*En ocasiones los fabricantes hacen alusión únicamente a los dos últimos números, en referencia a las partículas de mayor tamaño que son las más dañinas. Así podremos ver un aceite clasificado como 17/13 o como */17/13, ignorando el contenido en partículas de tamaño inferior o igual a 4 micras.

En las Tablas 2 y 3 podemos ver un ejemplo de las partículas medidas en un aceite hidráulico convencional y cuál sería su clasificación o código ISO (en este caso 20/17/13).

En la Tabla 4 podemos ver el grado de limpieza que debemos marcarnos como objetivo en un fluido hidráulico en función de los componentes que formen parte del sistema.

Debemos observar que seleccionar el fluido hidráulico correcto en base a su viscosidad (adecuada para las temperaturas de trabajo del equipo), su índice de viscosidad (para reducir las variaciones de la viscosidad con los cambios de temperatura) y su grado de limpieza, garantizará una mayor duración del equipo y una mayor vida útil del aceite en servicio, reducirá las paradas de máquina por avería y cambio de válvulas, reducirá el consumo energético y aumentará la fiabilidad del equipo y la productividad de la máquina, con el consiguiente ahorro de costes.

   Maxifluid 46 BBO es un fluido hidráulico sintético, ecológico y biodegradable, microfiltrado de alta calidad, especialmente formulado para trabajar en sistemas que operen a elevadas presiones.

CONSEJOS PARA UN BUEN MANTENIMIENTO

Recuerde instalar los filtros hidráulicos adecuados y fijar las presiones de trabajo para un correcto funcionamiento del sistema.
Exija a su proveedor de fluidos hidráulicos que le certifique el grado de limpieza con que le suministra el aceite nuevo.
Instale filtros captadores de polvo y humedad en los respiraderos de los depósitos.
Mantenga los envases de aceite correctamente cerrados y resguardados del polvo y el agua.
Utilice equipos de trasvase adecuados, limpios y no contaminados.
Realice análisis periódicos del aceite en servicio en un laboratorio certificado para determinar el grado de degradación y de limpieza del aceite en servicio.
 

Más información en www.olipes.com
y a través de la dirección de e-mail: olipesresponde@olipes.com

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