El aceite es un elemento esencial para la vida del motor de nuestro vehículo. Es el encargado de lubricar las partes móviles, creando una fina película lubricante para que no friccionen entre sí. También se encarga de refrigerar el motor al disipar el calor que genera en su interior y, no menos importante, limpiarlo de carbonillas u otros contaminantes que puedan generarse.

Un correcto mantenimiento del lubricante aportará años de vida a la mecánica y evitará problemas y averías. O lo que es lo mismo: le ahorrará dinero.

La operación de mantenimiento más sencilla es comprobar de forma rutinaria el nivel del aceite. Es recomendable chequear el lubricante al menos una vez cada quince días si hacemos un uso normal del coche. En caso de que nuestra utilización sea intensiva, se deberá comprobar este apartado periodicamente. Y hacerlo siempre antes de emprender un viaje largo.

A continuación, te dejamos un decálogo de cómo comprobar el nivel del aceite. Es tan sencillo que emplearás más tiempo en leerlo que en ponerlo en práctica.

1.       La correcta medición del nivel debe hacerse con el aceite en caliente, no frío. Para ello, debemos haber tenido el motor en funcionamiento durante 20 o 30 minutos o haber realizado un viaje corto. Apagamos el motor, esperamos un par de minutos para dejar que el aceite retorne al cárter y, entonces, medimos el nivel.

2.    El coche debe estar aparcado completamente horizontal. De esta forma nos aseguraremos de que la medición será la correcta.

    3.  Si nuestro vehículo no dispone de la función de revisión automática del nivel de aceite, podemos realizar nosotros mismos dicha revisión. Para ello:

     Abrir el capó. Para acceder al vano motor, tira de la palanca (normalmente al lado de la puerta del conductor, en la parte baja del salpicadero). En todos los coches modernos, además, hay un segundo bloqueo de seguridad. Bajo el capó entreabierto, localiza la pestaña que lo libera

4.      La seguridad es lo primero. En caso de que el capó no tenga amortiguadores para elevarlo, debes de cerciorarte de que está correctamente sujeto.

5.       Localizar la varilla del aceite. El asa suele ser de color amarillo. En caso de duda, consulta el manual del propietario de tu coche.

6.       Limpieza: Para no mancharnos, lo mejor es estar provistos de guantes finos de vinilo o plásticos y un trozo de papel de cocina o un trapo limpio.

7.       Extrae la varilla y, con el papel, límpiala para eliminar el lubricante. Localizamos, en su extremo, las marcas de mínimo y máximo.

8.       Insertamos la varilla hasta el fondo. La dejamos unos segundos y la extraemos. El lubricante pegado a ella deberá estar entre las marcas de máximo y mínimo.

9.       Si el nivel es correcto, deja la varilla bien colocada en su emplazamiento empujándola hasta el fondo. 

10.       En caso de que el nivel esté por encima del máximo, consulta con un profesional para que extraiga el excedente. Si el nivel está por debajo del mínimo, localiza la tapa de llenado de aceite, generalmente de color negro con una aceitera dibujada y la palabra “OIL”, añade un poco de aceite (siguiendo la recomendación del fabricante del vehículo en cuanto al grado de viscosidad y nivel de calidad) y comprueba de nuevo el nivel. Repite esta operación las veces que sea necesario, sin sobrepasar el máximo indicado en la varilla.

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