Un gran reto para los fabricantes de lubricantes

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la polución es ya la quinta causa de mortandad, por los altos niveles de contaminación en los grandes núcleos urbanos y en las áreas más industrializadas. Por este motivo en Europa se puso en marcha la normativa Euro en el año 1993, para marcar unos niveles máximos de contaminación en la UE que afecta a todos los vehículos equipados con Motor. La Euro 6 es la última versión que entró en vigor el 01 de Septiembre de 2015.

Esa nueva normativa es especialmente relevante para los vehículos diesel, que deberán cumplir con un límite de emisiones de NOx (óxido de nitrógeno), un agente catalogado como cancerígeno, de 80 mg/km.

Para adaptarse a las nuevas normativas los fabricantes de motores han tenido que hacer un gran esfuerzo y supone un nuevo reto para los fabricantes de lubricantes como OLIPES, cuyos aceites de motor contribuyen a alcanzar estos límites, a los que hay que sumar los objetivos de reducción de partículas PM y de consumo de combustible, garantizando a la vez la máxima protección del motor y de los catalizadores (SCR) y de los filtros filtros de partículas diésel (DPF/FAP) instalados en los motores diésel de mayor cilindrada desde la entrada en vigor de la Euro 4 y que pronto veremos también incorporados en los motores gasolina (GPF)

La normativa Euro 6 representa un gran desafío para el desarrollo tecnológico de los nuevos lubricantes, y para un fabricante como OLIPES es la oportunidad de sacar a relucir su ADN, marcado por la innovación, la satisfacción del cliente y la reducción del impacto ambiental en nuestro entorno.

Bajo estas premisas es fácil entender el enorme esfuerzo que hace la compañía, no sólo por adaptarse a los requerimientos de los principales fabricantes de automóviles para la lubricación de sus motores y transmisiones, sino por adelantarse a las necesidades del mercado y de la sociedad. En este sentido, OLIPES dispone de una completa gama de lubricantes adaptados a las nuevas motorizaciones Euro 6, con más de 50 productos nuevos lanzados al mercado cada año dentro de un portofolio de más de 2.500 referencias destinadas a 75 sectores de mercado y que se exportan a más de 45 países.

La formación será vital para el profesional del sector automovilístico.

Desde la irrupción en nuestra sociedad de los smartphones y la incorporación de las nuevas tecnologías a nuestros vehículos, el panorama del motor ha cambiado más a nivel tecnológico en los últimos 3 años que en los 30 años anteriores. La tecnología hoy queda obsoleta en menos de 1 año y el conocimiento industrial se duplica cada año y medio. Esto implica la necesidad para el mecánico de mantener una formación continuada en múltiples direcciones, tanto para la gestión de su negocio, como para enfrentarse a las reparaciones. Las innovaciones incorporadas al sector a lo largo de las últimas dos décadas, como la inyección directa en los motores diésel y en los gasolina, los catalizadores de triple vía, las válvulas EGR, los filtros de partículas, los catalizadores de reducción selectiva (SCR), no son nada en comparación con lo que se avecina: motores híbridos y eléctricos enchufables, cajas de cambios automáticas de 9 y 10 velocidades, motores adaptados para GLP, conducción asistida y autónoma, conectividad 360 o la realidad aumentada, serán los grandes retos a los que tendrán que enfrentarse los mecánicos en los próximos años.

El efecto de las energías renovables en el mercado

En un primer paso, las energías renovables aplicadas al mundo del motor supondrán una reducción en las toneladas de lubricantes comercializadas a nivel mundial.

Esto implica la reestructuración de las instalaciones de las empresas del sector petrolífero, con la reducción de plantas de producción de aceites base del Grupo I (minerales), la puesta en marcha de nuevas plantas químicas para la producción de aceites sintéticos de los Grupos II y IV y grandes inversión en I+D+i, para adaptar las formulaciones de los lubricantes a los nuevos retos que ya plantea el sector del automóvil en mercados tan maduros como el europeo, el norteamericano, e incluso el mercado asiático.

Los nuevos retos pasan a corto y medio plazo por fabricar lubricantes de motor de viscosidades cada vez más bajas: 0W-20, 0W-16 e incluso se barajan ya formulaciones para viscosidades 0W-8, con formulaciones cada día más respetuosas con el medioambiente y con períodos de cambio de aceite extendidos: 50.000km para los vehículos ligeros y 150.000km para los vehículos industriales; aceites sintéticos para transmisiones para lubricación de por vida (>600.000km).

En la tabla siguiente podemos ver qué tipos de lubricantes están montando ya los principales fabricantes de motores en origen (Factory Fill):

Para 2025 se prevé que los vehículos híbridos y eléctricos se sitúen cerca del 20% de la producción global de vehículos y la tecnología Stop/Start se incorporará al 60% de los vehículos. La producción de vehículos con motorizaciones convencionales apenas superará el 20% de la producción global. Teniendo en cuenta estas previsiones y la media de antigüedad del parque actual, 2025 supondrá un punto de inflexión en la producción de vehículos que circulen con energías renovables y nuestra atención se centra ya en investigar en los lubricantes que necesitaremos para 2040.

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