Previsiones de evolución del sector postventa tras el estado de alarma

Se prevé que la venta de coches nuevos y seminuevos se verá muy perjudicada ya que el cliente tenderá a no comprar y reparará su vehículo esperando a una nueva fase donde todo esté más equilibrado para incurrir en un mayor gasto.

La preferencia por el transporte privado aumentará, pero las restricciones a la movilidad reducirán el posible impacto sobre el negocio por el momento. Como consecuencia crecerá el volumen de reparaciones realizadas en un parque de vehículos más envejecido. Aunque se pospondrán todas las reparaciones que no sean críticas.

La Comunidad del taller en su noticia ¿qué esperar tras la crisis del coronavirus? analiza en detalle un interesante estudio de la consultora Roland Berger que nos dice que el impacto negativo en el mercado IAM será menor que en el resto de la industria del automóvil.

Según Roland Berger prevé que la cercanía con el taller será algo que busquen cada vez más todos los actores del mercado de posventa, así como las reparaciones y mantenimientos de bajo coste.

Es probable en esta situación de futuro que la postventa se vea afectada, pero en menor medida que los otros actores de la industria del automóvil, barajándose cifras de contracción del mercado que oscilan entre 5 y un 15% para lo que queda de 2020 y entre un 5 y un 10% durante 2021. Ante este escenario, es importante que el taller y las tiendas de recambio sepan anticipar la situación y preparen planes de contingencia; no es nada descartable el que se produzcan grandes movimientos de agrupación y absorción de pequeños actores en esta compleja situación.

 

El momento que vivimos es complejo y delicado, tras 2 meses de confinamiento nos encontramos a corto plazo con una situación económica inquietante y con perspectivas de futuro bastante negativas.

Durante este periodo algunos talleres han podido atender urgencias, otros ni siquiera eso y aunque el camino aún será arduo y largo, ahora viene el momento de empezar a intentar paso a paso recuperar una cierta normalidad.

¿Cómo podemos hacerlo?:

Primero manteniendo la calma, es momento de tener la mente fría y pensar. Hay que crear planes de contingencia que prevean diferentes escenarios y analizar las medidas a tomar frente a ellos.

En segundo lugar, teniendo muy presente nuestra caja o cash. Hay que priorizar trabajando con nuestros equipos y proveedores, para mantener la liquidez en el día a día: priorizando pagos, periodificándolos adecuadamente en consenso con los proveedores aquellos que se pueda para poder alargar esa liquidez y apoyándonos, si fuera necesario, en la financiación.

Es importante recortar los gastos no estratégicos, aumentar el colchón de liquidez y reforzar la tesorería; estos son los principales consejos para atajar la crisis del coronavirus desde el punto de vista financiero.

Otro punto fundamental a tener muy en cuenta en el contexto actual es digitalizar nuestros procesos o por lo menos enfocarnos lo más posible al mundo digital. Esta es una asignatura pendiente que tenemos. Dar un vuelco a lo digital para poder seguir en contacto con el cliente por todas las vías posibles nos abre una inmensidad de caminos donde apoyarnos para adaptarnos a esta nueva situación.

En resumen, si somos capaces de superar unos primeros momentos de incertidumbre ajustando costes y optimizando nuestro cash-flow para poder sobrevivir, enfocándonos y beneficiándonos de este entorno digital que se ha puesto en primera línea en estas circunstancias, podremos ir poco a poco recuperándonos dentro de un nuevo entorno de mercado que se nos presenta en una situación actual sin precedentes que nos está tocando afrontar.